Sigo profundizando en los aspectos básicos de la investigación científica y hoy toca hablar de los famosos papers.
Basándome en la literatura de las diferentes entradas del blog sobre la formación Aspectos básicos de la actividad investigadora (ABAI), los artículos científicos son documentos que contienen una serie de elementos diferenciados:
- lenguaje específico
- estructura definida
- referencias
- gráficas
Me apetece abordar el apartado de las referencias, que son los elementos que dotan de fundamento la opinión del autor de un artículo científico. Aporta conocimiento y avala por otros estudios aquello que podría quedar simplemente en una opinión, dando la opción de poder comprobar y verificar la autenticidad de los descrito en el documento.
Las referencias son una de las partes más importantes de los papers, dada la repercusión que tienen en la validez de los datos y criterios que contienen. Pero en no sólo en ese aspecto, sino también en la del futuro del valor del propio artículo, fijando de alguna manera que a mayor número de citas de la publicación, mayor calidad y aportación a la sociedad supone el artículo.
Para poder analizar de manera breve, pero intensa, el valor de las referencias de dos artículos centrados en la temática sobre la que gira mi tesis doctoral: la importancia de las competencias emocionales en el desarrollo profesional.
Las referencias a comparar y revisar, serán las de las siguientes publicaciones:
- FERNÁNDEZ, P. y EXTREMERA, N. La Inteligencia Emocional y la educación de las emociones desde el Modelo de Mayer y Salovey. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 19(3), (2005), 63-93.
-
BISQUERRA, R. y PEREZ, N. (2007). Las competencias emocionales. Educación XXI, 10, 61-82.
Ambas publicaciones científicas, incluyen un número consistente de referencias (85 y 65, respectivamente) y las referencias utilizadas son recientes, teniendo en cuenta la fecha de publicación de los artículos, también en ambos documentos. La referencia más antigua encontrada respecto a la fecha de publicación, es de 10 años antes pero en un porcentaje muy bajo, pues la mayoría de las referencias tan sólo distan entre 1 y 5 años de la publicación en la que se incluyen.
El artículo de Bisquerra y Pérez, ordena las referencias tan solo de manera alfabéticamente. Sin embargo, artículo de Fernández y Extremera, añaden una el criterio de secciones, haciendo más sencilla la comprobación y veracidad de las mismas y incorporando un extra de profundidad y dedicación al apartado de las referencias.
Destacaría una diferencia entre ambos documentos: Bisquerra y Pérez, usan mayoritariamente referencias bibliográficas, sin embargo Fernández y Extremera se basan principalmente en referencias de publicaciones científicas.
A pesar de lo farragoso y tedioso que puede ser el momento de organizar, clasificar y desarrollar el apartado de las referencias en los documentos científicos, sin duda es un apartado que aporta valor, rigor y veracidad, además de «posicionamiento» científico.
Imagen: google.com
Se puede aprender mucho de un artículo antes de leerlo, solo con mirar las referencias con atención 😉
Es verdad que es tedioso ponerlas. Los «gestores de referencias» ayudan muchísimo hoy día. Uno muy extendido hoy día es Mendeley. Si no lo conoces te recomiendo que le eches un vistazo.