Aunque en mi cabeza resuene la versión de la canción de JLo “El verano pa cuándo?” (asturianos me entenderán…) ha llegado agosto, lo cual implica cambiar hábitos y rutinas. Pero no porque lo diga yo o algún referente en la red, sino porque es inevitable y totalmente necesario. Y lo dicen expertos en salud, física y mental, no me estoy inventando nada.

Y con agosto, llega el mes de las vacaciones por excelencia. El mes para recargar pilas, para desconectar, para descansar, para leer, para viajar, para la familia y los amigos, para tantas cosa…que puede que no te de tiempo a realizarlas todas. No tenía muy claro si escribir un post, de nuevo, sobre esta temática, pero después de conversar con María Jesús Giménez Caimari de Sapiens Mindset me he visto en la necesidad de lanzarme (tampoco ha costado mucho, sea dicho de paso).

Siento alejarte del falso positivismo de “Si quieres, puedes” porque no te va a dar tiempo a hacer todo lo que dicen que te tiene que darte tiempo hacer en vacaciones. Salvo que tus vacaciones duren 6 meses, y aún así, tengo mis dudas. Parece un trabalenguas o que me he vuelto el Gargamel (si eres un Millenial tendrás que entrar en Google para saber de lo que hablo) del período estival, pero quiero ayudarte a generar las expectativas de tu periodo estival.

Este post surge del resultado de mis primeras vacaciones reales tras hacer profesional independiente y liberal, vamos el autónomo de toda la vida. 6 años después de tomar esta decisión y con una pequeña de 14 meses me cogí mis primeras vacaciones en serio, de esas de cogerte un avión, irte a una playa con aguas cristalinas y desconectar de todo lo que me había agotado durante el año.

Puse tanta ilusión y empeño en preparlas al detalle, que todo fuese “perfecto” (lo mío con la perfección viene de tan lejos…), generé tantas expectativas en lo que iba a hacer en mi tiempo de vacaciones que lo único que conseguí fue…frustrarme y pasar la mayor parte del tiempo pensando que no me daba tiempo a todo lo que tenía previsto hacer en esas semanas. Y así, aunque cada vez ha ido a menos, me ha ocurrido año tras año.

La única responsable de mi frustración ante la incapacidad para llegar a todo lo tenía pensado fui yo, cierto. Pero existen otros factores que no me ayudaron nada a gestionar la limitación del tiempo y de mis capacidades respecto a las vacaciones. ¿Sabes a qué me estoy refiriendo?
Listas y listas interminables de lo que DEBES hacer en vacaciones: que si descansa, que si viaja, que si haz deporte, que si escribe un libro, que si pasa tiempo con la familia, que si haz deporte.
Mira, te lo digo de corazón, y tal y como acabé mi anterior post sobre este tema: haz lo que te apetezca, lo que quieras y puedas con tu tiempo libre. Incluso, si decides no tener vacaciones, también será estupendo siempre y cuando sea tu elección. Y si en el peor de los casos, te ves obligado a usar ese tiempo “idílico” en hacer algo que no te apasiona, no dramatices: todo llega, todo pasa.

Para mí, estos listados de lugares ideales, estos inventarios de tareas a realizar en el periodo estival no dejan de ser estereotipos o ideales. Y no pocas cosas debería haber tan sagradas como el uso del tiempo libre.
Cierto es que no estamos libres de tendencias, modas y aspectos sociales que nos invaden a diario y desde que nacemos, pero también tenemos la capacidad de decidir y hacer lo que te apetezca en el ese tiempo reservado para el descanso. Por lo que deberíamos empezar a plantearnos antes lo que es el descanso para cada uno de nosotros.

¿Qué implica para ti descansar? ¿De qué (o de quién) necesitas descansar durante una época del año? Me gustaría que la respuesta fuese única y exclusivamente tuya, sincera, de corazón, por lo que puedes compartirla conmigo en el blog o red desde el que me lees. Pero lo que realmente me haría ilusión es que te respondieses con esa sinceridad y actuases en consecuencia usando ese tiempo como te plazca y te puedas permitir.

Por lo tanto, aquí no verás el catálogo de los mejores libros para leer, de las mejores playas que visitar, los museos más interesantes o los mejores cursos de verano. Me gusta pensar que cuando reflexiono en voz alta te puede servir para encontrar ese equilibrio tan necesario, aunque tan sólo sea a ratitos, que todos buscamos. Y lo que sí tengo claro es que tu equilibrio, tu tiempo libre y ocupado, tu vida, tu agosto… es tuyo.

Haz con él lo que te plazca y déjate de modas y listados interminables.

 

Imagen: Kenton Nelson

0 comentarios
  1. Victor
    Victor Dice:

    Si hay algo que he aprendido sobre las vacaciones y el tiempo libre en general (que para mi son un lujo muy escaso y preciado) es que lo mejor que puedes hacer es… no planificarlas.

    Soy un amante de la planificación y del aprovechamiento del tiempo, pero cuando se trata de las vacaciones, las planifico de forma meramente superficial. Estoy a punto de irme 12 días de vacaciones, y tengo un maravilloso calendario con lo que vamos a hacer durante esos días en la pizarra que tengo en casa:
    – escogimos a donde íbamos ir (sitios que nos parecieron interesantes) y qué días (4 días a un sitio, 5 días a otro…)
    – también figuran horarios de aviones, dónde vamos a dormir cada noche, y recogida y devolución de coche de alquiler
    – y ya…

    Hace tiempo que aprendí que la forma de disfrutar los sitios es dejarse llevar; preguntar, dejarse asesorar dónde ir o qué hacer en el momento, sin otro plan por delante que lo que vas a hacer a continuación. Disfrutas mucho más de las experiencias, dejas de preocuparte por horarios y cosas que hacer, y realmente te relajas.

    Sí, luego cuando te pregunten te dirán: cómo es posible que hayas ido a Paris varios días y no hayas ido a Versalles, o a los Campos Elíseos, o…? Pues en otra ocasión será: pero en vez de estar corriendo de un lado a otro para poder decir que viste lo que DEBES ver, DISFRUTASTE cada minuto, te relacionaste con la gente del lugar (que sin duda es la mejor experiencia), conociste sitios maravillosos que no figuran en las típicas guias, y cuando te apeteció, te quedaste tirado en la cama leyendo un buen libro.

    Lo recomiendo encarecidamente…

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    • jessica
      jessica Dice:

      Hola Víctor! Ya ves con qué calma me estoy tomando yo mis tiempos. A veces, las vacaciones son para descansar, otras para viajar y otras para recuperarse en el hospital… Ojalá fuéramos tan dueños de nuestro tiempo como pensamos, pero a veces, tan sólo podemos aprovecharlo de la mejor forma posible según las circunstancias.
      Me encanta tu visión de los viajes y la vacaciones y me quedo con todas tus recomendaciones.

      Un fuerte abrazo y mil gracias por comentar de nuevo en el blog.

      Responder

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