Los pasados días 8 y 9 de febrero Oviedo ha recibido la visita de Merce Roura, gracias a la propuesta de valor de Elena Arnaiz y al trabajo del fantástico equipo de Oviedo Emprende. Junto con Paula Sopeña, hemos compartido varias jornadas donde se presentó su libro “Cosas que debí decirte hace 100 años” y facilitó un maravilloso taller sobre “Comunica tu talento”. Gracias a todos por haberlo hecho posible y gracias por permitirme formar parte de ello!

Más allá de contarte la intensidad de las horas vividas, de los aprendizajes recibidos y de las miradas cómplices que se sucedieron a lo largo de esos días, quisiera compartir contigo lo que me llevo de la lectura de este libro y las reflexiones a las que me ha guiado.

Hablando con Merce en privado y viendo su capacidad comunicativa en público, pensaba en la coherencia de su marca personal, de su estilo y su impacto en las personas que estábamos presentes. Aunque parece que es algo natural y sin esfuerzo, te aseguro que detrás de esa aptitud para llegar a la gente hay muchas horas de preparación y superación, y lo mejor de todo, es que ella te lo cuenta sin tapujos.

Lo primero que me sorprendió de Merce al leer sus reflexiones es la generosidad que emana de cada uno de sus textos. En ellos, puedes descubrir la dificultad del ser humano, pero narrada en primera persona por ella, para superar las limitaciones, para darse cuenta de sus errores, para conseguir arriesgarse ante el inmovilismo de quienes la rodean. Y lo hace de la mejor forma que sabe, desnudando su alma sin pudor (aparente) y compartiendo con quienes la seguimos, su historia personal de cambios vitales. A veces roza lo íntimo, otras la descubres en un mundo soñado, pero …¿qué importa eso cuando te hace sentir que tú también puedes hacerlo? Gracias de nuevo, Merce por todo, por tanto.

 

“Ya nada fue lo mismo. Me volví imprudente, atrevida… Me reí de mí misma y de mis miedos. Me columpié en mis recuerdos amargos… Me salté mis códigos más barbaros…”

El virus de la osadía

 

Al seguir con la lectura de su blog y después de sus libros, me dí cuenta de que cada golpe de texto, era un continuo reto. Permanentemente consigue llevarte de una situación a otra y promueve en tí el deseo de mejora permanente, pero aliñado con grandes dosis de realidad donde no se olvida de contarte el esfuerzo y, muchas veces, el sacrificio que ello conlleva. En este momento, supe que sus pensamientos plasmados en papel eran mucho más que un simple libre de autoayuda, son ideas, deseos y acciones que te llevan a un grado de reflexión e identificación tan profundas que con sólo dirigirlos al lugar adecuado de tu vida, puedes obtener mucho más que el placer de leerlos. El reto al que me refiero, el duelo al que te enfrenta entre lo que eres y lo que quieres llegar a ser, es un camino que hay que recorrer, sudar y tropezar para descubrir que puede tener una meta asombrosa. Y si eres listo, no te lo llevarás solo al terreno personal, lo harás a nivel profesional y descubrirás que quitarse el abrigo no es tan difícil como parece, y que te permitirá quedarte en todas las fiestas que te apetezca.

 

No vas a soltarte y flotar? Notar que te invade la espuma y puedes porque quieres y brillas porque estás serena y compuesta. Que eres compacta pero si hace falta te articulas, te mueves, te deslizas…”

Quítate el abrigo

Si leyendo su libro había pensado que las palabras son importantes, disfrutando de su presencia, se confirmaron mis sospechas: el tremendo valor del lenguaje y la comunicación en la construcción de las relaciones, propias y ajenas. La forma de hablar, el estilo de comunicación y la exquisitez por la elección de cada palabra, forman parte del éxito y pulcritud de una persona. El lenguaje puede ser un arma de destrucción masiva, cuando por una mala elección decides usarlo contra tí mismo a través de un diálogo interno limitante y dañino. Pero también puede ser un afilado puñal contra el resto del mundo y las relaciones que destruyes, en lugar de construir, con navajazos lingüísticos e hirientes expresiones. Eres dueño de tus palabras y de tu forma de comunicar, y deberías saber cuanto antes, la importancia de los mismos en la generación de una realidad más cercana a lo deseas de lo que imaginas. Tus patrones lingüísticos y tu forma de comunicarte tiene mucho que ver en la manera en la que consigues generar el contexto en el cual desarrollar lo mejor de tí mismo. La inspiración para mejorar y usar el lenguaje como vía de desarrollo personal y profesional, obteniendo mejores resultados vitales, es otro de los regalos de estos días, de estas páginas.

 

“Y sobre todo, importan las palabras porque con ellas se construyen puentes, generan empatías. Importan porque convierten a la víctima en el dueño de su destino, porque generan oportunidades”.

Las palabras curan

 

No sé si es la última reflexión por ser la más profunda o la más importe, pero es la que más me emociona al compartir aquí. Y es la universalidad de las palabras de Merce… Me he sentido tan reflejada en algunos de sus textos, me he visto en la distancia en otros tantos y sé que pasaré por muchos de los que narra en su libro. He podido comprobar que muchas de las historias que vivo en primera persona y las otra que presencio en primera fila como espectador gracias a mi profesión, se repiten. No son exclusivas ni a tí ni a mí, sino que son un círculo vital en el que se mueve el ser humano que somos tú y yo, y que pueden ser plasmadas en forma de historias cortas, igualándonos a todos. Esa forma de igualar, de democratizar experiencias, hace que veas las miserias, talentos, potencialidades y dificultades de las personas. Porque a pesar de todo, y afortunadamente, nuestro lado humano prevalece siempre.

 

“Tanta insatisfacción por no poder llegar a ser la idea que tenemos de nosotros mismos y a veces de los demás es agotadora. …. El anhelo de perfección es un lastre. La perfección mata la motivación y las ganas. Mata los deseos y las pupilas inocentes”.

Insufrible perfección

 

Podría seguir contándote infinidad de aportaciones de esta experiencia en mi vida, pero prefiero que seas tú el protagonista de la tuya y que algún día, me cuentes, como yo lo estoy haciendo ahora, lo qué ha supuesto conocer en profundidad el alma de Merce Roura a través de lo que te ofrece.

Imagen: Oviedoemprende.es

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