El pasado 15 de mayo, junto con el cumple de mi pequeña, se cumplieron 5 años del nacimiento de mi blog y mi web profesional.

Como cada año, me gusta hacer un post que gire entorno a su creación, basado en agradecimientos, reflexiones, resúmenes… Y este año, le toca a cómo ha conseguido sobrevivir durante estos 5 años, y yo con él. Y ambos con salud mental, que es lo importante ;).

 

Antes de nada, te cuento las ideas más frecuentes que pasarán por tu cabeza antes de arrancar:

 

  • No tengo nada interesante qué contar
  • ¿Quién soy yo para aportar algo nuevo?
  • Mi capacidad para comunicar es muy limitada
  • Y ¿si escribo y nadie me lee?
  • Ya está todo dicho sobre mi área de conocimiento
  • No tengo tiempo ni paciencia para dedicarle al blog/web
  • No soy nada constante para este tipo de cosas
  • Y muchas más que pueden ser hasta malsonantes 😉

 

Obviamente, todos pasamos por este tipo de dudas y pensamientos que nos hacen ir y venir la idea de lanzarnos a esta aventura que favorece el posicionamiento y visibilidad de una marca e imagen profesional. Como otra herramienta más de branding personal, el blog requiere de una serie de cuidados para que los recursos empleados en él sean rentables (entendiendo la rentabilidad como la consecución de los objetivos que te has propuesto en un tiempo determinado):

 

  • Aprovecha el dominio de la web para vincular al blog: es mucho rentable en términos de SEO.
  • Usa un naming que tenga que ver contigo o con tu proyecto profesional de manera clara. Facilita el recuerdo y la vinculación contigo.
  • Sáltate la falsa humildad o el pudor improductivo de no usar tu nombre en tu blog o tu web. El poner .com, .es, .net.. ya es cosa tuya y de la estrategia que tengas en mente.
  • Tira de planificadores de contenidos y revísalos cada 6 meses para ver si cumplen con los criterios de tu estrategia.
  • Ten siempre a mano una agenda donde anotar aquello que te inspira y comunica quién eres, lo que haces y en qué puedes aportar.
  • Usa bancos de imágenes gratuitos y perfiles públicos (citando siempre) que te representen para añadir contenido visual al blog. Y no lo hagas con prisa, bucea con calma en la red y dedica parte del día a buscar esas imágenes impactantes o innovadoras para tus escritos.
  • Revisa las etiquetas y temas sobre los que comentas, creando y fusionando categorías nuevas. Es la evolución normal de la propia herramienta si sigue creciendo y la cuidas.
  • Haz uso de herramientas de automatización que te faciliten su difusión y programación: gestores y programadores de contenidos, servicios de email marketing, etc.
  • Actualiza la estética y cuida la apariencia del blog: si has cambiado la web y su imagen, el blog también lo debe hacer.

 

Y como todo en lo que hago, siempre me gusta un abordaje emocional de sobre la gestión y supervivencia de este recurso tan útil:

  • Sé constante pero sin agobios.
  • Establece periodos de descanso para el blog, a parte de los que te quieras tomar tú de la Red en general.
  • Lee blogs similares, de temáticas cercas y complementarias, pero también de profesionales y áreas dispares.
  • Lee mucho, en general.
  • Tómate periodos de investigación, e intercala con otros de creación de contenidos para luego difundirlos y hacerlos visibles.
  • Estate atento a los datos pero sin obsesionarte: visitas, comentarios, nuevas suscripciones, bajas, etc.
  • Disfruta mientras lo haces y si no es así, introduce cambios: baja el ritmo, cambia de temática, revisa la estructura, analiza la estrategia.
  • No temas cambiar, es necesario. Tanto la imagen, como el estilo o los contenidos, irán cambiando a la velocidad y ritmo que tú lo hagas. El blog es un reflejo de quien eres (o debería serlo).
  • Cambia de referentes: los profesionales que antes te representaban o admirabas, ahora no …y eso tiene que notarse en tu blog.
  • Sé crítico contigo, pero desde el cariño. Admite tus errores y ponles remedio, mientras te lames las heridas que te causa ser consciente. Machate lo justo.
  • Fusiona con otro tipo de canales y prueba: podcast, vlog, streaming, chats de audio… Renueva la forma en la que te comunicas alineado con tu evolución y con la de tu público.
  • Explora, prueba, cambia, para, equivócate, acelera y acepta que el camino es duro mientras lo enfocas a resultados a medio o largo plazo.

 

Todo esto ha hecho que no tire la toalla con tantos cambios vividos en 5 años respecto al blog, pero soy consciente de que ambos hemos sobrevivido junto porque hemos sido muy flexibles el uno con la otra. Y porque, dentro de la adaptación a todo lo que nos ha ido pasando en este tiempo y nuestra forma de comunicar nuestro mensaje, sobre todo, nos hemos permitido muchas concesiones.

 

Tu blog eres tú y tus circunstancias.

 

Imagen: pixabay.com

 

 

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