Conocí a Elena Aguirre hace más de 2 años y me gustó tanto nuestra primer encuentro que pensé «Si el proyecto no sale adelante, tengo que tomarme un par de cafés con esta chica».

Y el proyecto salió y vinieron muchos cafés, algún vino que otro, comidas «saludables» y muchas, muchas conversaciones y desahogos. Podríamos pasarnos horas hablando sobre la liga «anti Mr. Wonderful» necesaria ante la ola de buenrollismo tóxico que nos inunda.

Quizás no lo sepa, pero con ella estrené mi logo. Te cuento esto, le cuento esto desde aquí, porque a veces tenemos la sensación de que quienes ayudamos a la empresas, a las personas con las que trabajamos, somos nosotros. Pero yo siempre tengo la sensación de que la que más recibe soy yo. Y en este caso en concreto, no me cabe la menor duda.

Es una de las personas que conozco que más sabe de RRHH, pero de verdad. No de leer libros, posts o escuchar podcasts (que también), sino porque lleva 15 años en departamentos de empresas gestionando personas, talento y lo que le venga encima. Ha estado en multinacionales, fundaciones y PYMES, vamos, que ha visto de todo. Y lo mejor que tiene es que no alardea de ello y la puede su humildad y buen hacer.

Pero casi mejor te cuenta ella cómo vive el lado oscuro de los RRHH y luego ya me dices…

 

________________________________________________________________________________________________________________________________________

 

 

– “Y por qué te decidiste por los recursos humanos habiendo estudiado psicología?

– “Pues porque siempre me llamó mucho el tema empresarial, las relaciones laborales, y porque me gusta trabajar con y para las personas”

Ay, qué ingenuidad la mía, por aquel entonces, cuando estaba decidiendo mi futuro laboral…

Varias empresas después y muchos años en este mundillo, aparentemente ideal y fantástico, de la gestión de personas. Aunque en el fondo… ingenuos somos todos – candidato, empresario, y el de RRHH.

Hablemos.

 

A tí, ingenuo candidato, desde mi posición de profesional de rrhh en la empresa, al otro lado de mesa de entrevistas, te voy a decir una cosa:

Hasta algunos empleados de Google abandonan su empresa.

Sí, a veces se van aunque haya mesas de ping pong, toboganes, snacks healthies y horarios hipermegaflexibles.

Creo que se vende demasiado brillibrilli en la búsqueda de empleo.

Demasiado brillibrilli en los planes de acogida y desarrollo de personas. Ninguna empresa es la caña, ni perfecta, ni maravillosa. Todas, como nosotros, esconden secretos, y si das con ellos, tu ilusión y el espejismo del mundo feliz desaparecerá.

 

 

Ninguna es perfecta porque ninguno somos perfectos. Y resulta que las empresas son conjuntos de personas trabajando para un fin. Pero no se lo digas a nadie: personas, por mucho que digamos “empresa”.

 

 

Algunos pasan muchos años despistados, no se dan cuenta, y viven hipnotizados.

Otros lo ven en algún momento pero hacen como que no existe y tiran “palante”.

Pero, ay de esos que lo ven y caen, y luchan, y se levantan, y caen, y tropiezan, y vuelven a caer…. Pobres… merece la pena? 15 años después en este mundo puedo afirmar que NO.

Así que si algún día ves que, como en Google, tu empresa no es tu sitio, muévete.

Busca el trabajo que te apasione, no la empresa. Ese trabajo que, si no necesitases dinero en el mundo, harías hasta gratis.

Ése es tu sitio. Y ahí sobran hasta los toboganes.

 

A tí, no tan ingenuo empresario: cuando decimos los profesionales de RRHH que nos gusta trabajar con personas, me refiero a personas con ojos y boca, no a personas pintadas con números en excels, ni en  papeles, ni en informes, ni mierdas informáticas varias.

Que todos tenemos que hacer papeles? Sí.

Que todos tenemos que hacer gestión laboral? Sí.

Pero si quieres un especialista en personas, en talento, en desarrollo….asegúrate de que el trabajo administrativo es mínimo, y que hay otros que,  si es necesario, pueden hacerlo. Estoy cansada de ver perfiles de RRHH generalista, traducido al castellano: “mierdas varias de personas que al jefe le incomodan y mejor que las hagan otros, esos de rrhh”.

Déjalo claro. Quieres administración de personal? Negociación de conflictos? Colectiva? Selección marrullera para salir del paso y cubrir una rotación de la pera limonera? No te compliques, cualquier administrativo laboral avispado de la mano de un buen asesor -abogado  laboralista te lo hace todo con la gorra.

Ahora, si buscas un perfil de desarrollo de personas, de selección de personal en condiciones, de gestión de talento, eso requiere un poco más de tino. Sin embargo, pasa lo mismo que en Google. Esta gente trabaja en ambientes muy concretos donde su papel tiene sentido y puede articularse. Suele pasar que donde encaja el de RRHH generalista te sobra el de RRHH de talento y desarrollo, al menos en el corto plazo. Piénsatelo, para no confundirte y que tus empleados tengan expectativas encontradas. Cuando te duele el corazón vas al médico, y cuando te duele la rodilla también, no? Pero…a que son médicos distintos? Pues resulta que en RRHH, o en ingeniería o en economía, esas cosas también pasan. Resulta que no todos valemos para todo. Píensalo bien y te ahorrarás pasta, tiempo y disgustos.

 

Ahora, entre tú y yo, querido empresario: tu gente, tu talento no encontrado o no detectado y cuidado, es tu mayor activo.

 

Yo lo veo, lo llevo viendo todos estos años. La gente buena, identificada, gestionada, motivada y con autonomía va a hacer de tu negocio su negocio. Y su éxito será tu éxito. Da el paso hacia el no generalismo de RRHH y deja un hueco a una buena gestión.

Una de verdad.

Compensa.

 

A tí, ingenuo profesional de los RRHH: una varita mágica es tu mejor arma. Porque estás en medio de la tormenta siempre. Porque lo que quieren muchos empresarios no son personas, son billetes en la cuenta corriente cada mes. Necesitan personas pero en el fondo.. qué molestas son… No dejan de protestar y dar problemas! Pero no les pago a final de mes siempre? Y de qué se quejan?  En medio, porque las personas de tu organización en el fondo no quieren trabajar (solo algunas). Quieren viajar, quieren estar en su casa con su familia, quieren subir la Mostayal un martes por la mañana sin que nadie les ponga pegas. Quieren pagar las extraescolares de sus hijos que ellos no pudieron tener, quieren un “trabajo bien hecho, muchas gracias por el esfuerzo que has dedicado” y  un “no te preocupes, la próxima vez intentaremos mejorarlo. Te ayudaré».

Y en ese contexto, tú intentarás siempre que tu jefe esté contento y gane pasta y que tus empleados sean felices en la oficina. Y siempre se quejará alguien, o uno u otro, o todos en el peor de los casos. Y no hablemos de las trabas del contexto económico, social, legislativo.

 

Mejor, pide dos o tres varitas mágicas, no una. Con una no da ni para el primer mes. Y mientras tanto, agárrate a una premisa: tú eres el agente de cambio y transformación que une personas y negocio en una empresa. Sin ti, todo iría peor. Así que aunque a veces todo sea horrible, aguanta el temporal. Te necesitan.

 

 

– “Y por qué te decidiste por los RRHH habiendo estudiado psicología? “

– “Porque no conocía las cloacas de los RRHH. “

– “Te gusta tu trabajo? “

– “Me gusta mi profesión. Porque creo en ella. Solo necesito que los empresarios y los trabajadores crean en ella y la necesiten, la entiendan y la empujen. Desde todas las perspectivas”.

 

Imagen: pinterest.com

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *